viernes, 11 de septiembre de 2009

11 de Septiembre (Figueira da Foz)

Bueno, hoy actualización rapidita.

Pues después de Viana do Castelo avanzamos hasta Mindelo, localidad cercana a Porto, y, para variar, hicimos vivac en una de sus playas. Nos despertamos pronto y fuimos recorriendo las innumerables calitas de arena entre las rocas (como la playa do Paraiso y otras muchas de nombre seductor). Por fín tras pasar el engorroso puerto de Matosinhos llegamos a Porto que pronto nos sorprendió con su estupendo paseo junto al río Douro. Muy bonito el casco histórico, aunque los portugueses tienen la manía de hacer todas las calles de adoquín, lo cual para nosotros los ciclistas no mola mucho, sobretodo si está en mal estado. Ya tras cruzar a la otra orilla tomamos varias fotos desde Vila Nova de Gaia y continuamos por sus estupendos carriles bicis a la orilla del mar.

Nos sorprendió una ciudad llamada Espinho por su contraste entre el turismo y su barrio marginal (es pa verlo, no veas que miedo...). Al final dormimos en la playa de Furadouro pasar por la localidad de Ovar donde compramos un Bacalao a Bras que estaba para chuparse los dedos.

Ayer continuamos costeando y bordeando la ría de Aveiro y, en San Jacinto, cogimos un barquito (que no perdimos de milagro) hasta cruzar a Barra y ya de allí dirigirnos hacia la propia Aveiro. Nos encontramos con una ciudad al más puro estilo veneciano (canales y barquitas surcándolos) y con un casco antiguo precioso pero muy pequenhito. Tras comprobar que el McDonalds era mucho más barato en Portugal dando cuenta de un par de McMenús fuimos en busca de la universidad para ver si podíamos conectarnos a internet, no fue posible, pero de pronto, vimos un cartel del Decathlon, algo que llevábamos esperando muchos kilómetros. Tras 15 km de dar vueltas (llegamos a ver incluso el bonito estadio de futbol de Taboeira, hecho para la Eurocopa) entontramos el maldito Decathlón y desfasamos.

Resultado, alforjas nuevas para mi, cuernos para la bici de Luis, varias herramientas, calcetines nuevos para ambos, y un sin fín de cosas más. Más importante fue reponer los 2 radios rotos de mi rueda trasera y cambiar el cable y las zapatas de mi freno trasero. Además los ambilísimos mecánicos del centro me equilibraron la rueda y me ayudaron en todo lo que pudieron y más. Por supuesto, no me cobraron nada salvo el material, muy buena gente, además uno hablaba castellano.

Total que no conformes con esto nos fuimos directos al Jet Wash y le dimos pal pelo a las bicicletas hasta que quedaron como nuevas. Luego a engrasarlas y ya listas para rodar de nuevo. No veas que diferencia!

Pasamos por un pueblo que le encantaría a más de uno que yo me se (aunque no voy a dar nombres para que no se me ofendan) el pueblo de Vagos. Así que los que se hayan sentido identificados ya saben que pueden rezarle a Nuestra Senhora de los Vagos porque también existe. Bueno, pues como ya era tarde y la lluvia amenazaba con empaparnos fuimos a dormir en un bosque en medio de la nada cerca de esta localidad. Fue una excelente lección.

Esta manhana tras dar buena cuenta del desayuno nos hemos hecho 25 kilómetros hasta Mira y luego otros 31 hasta Figueira de Foz (donde estamos) en busca de oficinas de turismo en las que nos faciliten un mapa. Tarea imposible, son incapaces de darnos mapas de más allá de los límites de la ciudad así que tendremos que improvisar.

Seguimos calculando que entorno al día 20 estaremos de nuevo en Espanha. Sigo pensando que Portugal mola, aunque es un poco como la Espanha de hace 20 anhos.

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