sábado, 29 de agosto de 2009

Sábado 29 de Agosto

Hola a tod@s!!
Bueno, desde nuestra estancia en Castro Urdiales la verdad es que hemos vagueado bastante. Efectivamente comimos como cerdos con Rafael (el padre de Luis) y con los estómagos llenos decidimos hacer algún que otro kilómetro por la tarde. Pasamos por Santoña y decidimos hacer noche en Noja, en la playa del Trengandin (o algo así), a pesar de los millones de carteles que amenazaban con multarnos si montábamos la tienda. Puesto que se pasó la noche diluviando no vino nadie a "visitarnos". Por la mañana el agua solo nos dio tregua lo suficiente para desmontar el campamento, que no es poco. Total que nos estuvo diluviando los 50 kilómetros que nos separaban de Santander. Una vez allí, aunque era pronto (las 13:00), decimos quedarnos en la hospedería de la Casa del Mar. Decisión acertada, por 8 euritos teníamos una casi habitación de hotel, solo faltaba la tele, aunque había una comunitaria.
Después de asearnos y tender toda la ropa (y la tienda de campaña) por el cuarto. Salimos a saciar nuestro apetito. Maravillosos los Durum que devoramos. Luego paseito por toda la costa hasta los jardines del palacio de la Magdalena (con sus pingüinos, focas y leones marinos). Todo muy bonito la verdad, menuda choza tenía antaño el rey! Más paseo por el sardinero y a ver el estadio del Racing. Para nuestra sorpresa nos encontramos con una feria cultural y, claro, allí que nos quedamos. Estuvimos viendo las "actuaciones" musicales mientras nos bebíamos nuestros batidos de regaliz y la bebida de los dioses (sacados del están de Egipto) y devorábamos con la mirada a una diosa brasileña que nos robó el corazón. Entre pitos y flautas y más turismo por Santander volvimos a las 22:30 a la habitación y no nos dio tiempo ni de ver al Atleti. Pero valió la pena, Santander es preciosa.
Después de Santander la verdad es que ahora mismo no recuerdo que hicimos ni donde estuvimos, solo que acabamos llegando a Asturias y dando un rodeo tremendo hasta llegar a la hermosísima playa de La Franca, todo un deleite para la vista y, donde, por supuesto, dormimos. Ah, si, ya lo recuerdo... se que estuvimos por ejemplo en Comillas viendo el capricho de Gaudí y los pedazo de palacios que tenía por allí el señor Marqués. Total que tras 103 kilómetros caímos rendidos enseguida.
Al día siguiente ya nos costó abandonar la preciosa playa, y pronto nos dimos cuenta de que las piernas no andaban. Hicimos la primera parada en Llanes, hermoso pueblo donde nos comimos unos dulces típicos impresionantes. Salimos corriendo de allí porque nos lo queríamos comer todo. Luego paramos a descansar en la playa de Barru, y cuando empezó de nuevo a llover volvimos a coger las bicis para llegar hasta Ribadesella. Allí mismo en la escondida playa de La Atalaya montamos campamento y decidimos hacer el descenso del Sella.
Así fue que al día siguiente la empresa Montañas del Norte nos subió hasta Arriondas en furgoneta y ala, a remar. Pues eso, experiencia estupenda y a todas luces recomendable a pesar de que no paró de llover en ningún momento. Pero mejor que llueva en el río que pedalenado, eso ya os lo digo yo.
Justo fue a salir el sol cunado volvimos a Ribadesella, nos duchamos y empezamos de nuevo a rodar. Todo había salido a pedir de boca. Tan solo 25 km después paramos en Colunga (más bien en La Isla) en el albergue de Angelita que parecía la madre de todos los peregrinos, aunque a veces daba miedo cuando se ponía a dar órdenes. Una buena merienda cena y a ver el Barça. Tres botellas de sidra y un cubata tuvieron la culpa de que esta noche no haya descansado demasiado bien, pero, y lo bien que lo pasamos anoche...
Hoy ya de buena mañana hemos hecho 50 kilometrillos hasta Gijón, y aquí estamos ahora. ¿Qué dónde haremos noche? Ni idea.
Saludos y abrazos para todos. Asturias mola mucho y se come de escándalo. Pero todo el Norte de España es una pasada.

1 comentario:

  1. Menudo paseito..... Aunque ahora seraas facil el idioma... jjaja
    Si estais siguiendo el camino de Santiago pasareis por delante de la entrada de los abuelos de Alba (en Tol, por uno de esos caminos que dan a unas pocas casas)

    Bueno, ya veo que vas a volver mas gordo... jajaj

    Pasalo bien!

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