Desconozco cual fue el preciso instante en que decidí irme a recorrer media Europa en bicicleta, supongo que todo partió de combinar mis ansias de viajar y conocer mundo con mi admiración por ese medio de transporte que es la bicicleta. Probablemente primero pensé en hacerme con una furgoneta y perderme por el viejo continente pero pronto deseché la idea debido a su alto coste. Lo más seguro es que un tiempo más tarde retomara la idea del viaje pero a pie, pero podría resultar eterno. Tal vez fue en ese punto cuando lo vi claro, lo había tenido todo el rato ante mis ojos. Desde entonces la idea y yo nos hicimos inseparables. La bicicleta es un medio de transporte saludable, ecológico, barato, rápido (si lo comparamos con ir a pie) y, por encima de todo, me encanta. Gracias a la inestimable ayuda de Internet y de Google Earth el proyecto fue poco a poco tomando cuerpo.
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