Prólogo

Hace ya unos días leía a un afamado psicólogo español que decía: "Hay que dosificar magistralmente la fantasía y la gestión de los intereses porque hay gente que gestiona mal sus pasiones y se abandona a ellas obteniendo malos resultado". Con todos mis respetos a este señor y sus estudios, creo que está totalmente equivocado, sinceramente pienso que solo por el hecho de existir y el cúmulo de casualidades que ello conlleva ya deberíamos sentirnos lo suficientemente dichosos. Aun así, como reza un conocido anuncio, la vida es demasiado corta y debemos entregarnos a nuestras pasiones, cumplir nuestras fantasías y vivir cada día como si fuera el último, porque estos, en realidad, son nuestros verdaderos intereses.

Como bien decía el maestro Kundera "el hombre atraviesa el presente con los ojos vendados. Sólo puede intuir y adivinar lo que de verdad está viviendo. Y después, cuando le quitan la venda de los ojos, puede mirar al pasado y comprobar que es lo que ha vivido y cual era su sentido". Y yo no quiero esperar que me quiten esa venda para comprobarlo, prefiero vivir a fondo y sacarle todo el jugo a la vida, al menos mientras las circunstancias me lo permitan, es por ello que he decidido emprender este viaje para descubrir esa “otra” vida que profesaba Thoreau.

Aquí comienzo mi propio camino, no sé (ni quiero saber) dónde acabará, ni cuanto durará esta etapa de mi vida, la única certeza que poseo es que cualesquiera sean mis vivencias siempre serán positivas y enriquecedoras.

Espero que juntos disfrutemos de cada una de las pedaladas de este viaje.